APFELSTRUDEL, PRIMER INTENTO

Por fin he encontrado un momento para cocinar. Está claro que no siempre vienen las cosas como uno quiere y mis apariciones son desde hace meses bastante escasas; sólo espero poder volver a estar más activo para que podáis disfrutar de las recetas que preparo con mayor asiduidad.

Para esta semana me he propuesto elaborar este conocido pastel de manzana centroeuropeo con dos objetivos: el primero era dar con un sabor muy especial de la manzana asada y las especias con un punto de acidez que tuviera chispa y recordase a un baklava, que por cierto es donde este postre tiene su origen. El segundo, algo más complicado, hacer la masa en casa y conseguir dejarla como papel de fumar después de haber hecho una primera prueba con pasta filo y no quedar del todo satisfecho.

En conclusión, el strudel de manzana ha sido un éxito. ¿Era mejorable? También he de decir que sí, como todo en la vida, ya que era la primera vez que manipulaba esta masa y además con el tiempo encima. Aún así, creo que podría darle una buena puntuación pues aunque había zonas de la masa que podían haber quedado más finas en conjunto ha resultado formidable.

Para poder hacer este apfelstrudel me he dejado guiar por la receta que está publicada en la página web oficial de Austria y en este vídeo donde podréis observar cómo enrollar el strudel fácilmente con ayuda de un paño de cocina.

Como era de esperar, he introducido pequeños cambios respecto a las recetas que encontraréis por la red para dar un giro en cuanto al sabor se refiere.

De esta manera, con esta receta participo en el Reto de Febrero de Cocineros del Mundo en el apartado de dulce.

Ingredientes

Para el relleno

- 1kg. manzana Reineta

- 1 limón

- 100gr. azúcar moreno integral de caña

- 2 cucharadas de canela en polvo

- 2 clavos de olor

- 4 granos de pimienta de Jamaica

- 2 granos de cardamomo

- 3 puñados grandes de pasas

- Mezcla de Brandy y Moscatel

- 90gr. mantequilla

- 75gr. pan rallado

- 50gr. avellanas

Para la masa

- 300gr. harina común

- 100gr. agua tibia

- 1 huevo

- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen

- Una pizca de sal

Elaboración

De la masa

1- Disponemos la harina en forma de volcán en un bol y colocamos en el hueco que hemos dejado el huevo, aceite y sal. Comenzamos a mezclar los ingredientes, mientras vamos añadiendo agua, hasta conseguir una masa homogénea.

2- Enharinamos levemente la superficie de trabajo y boleamos la  masa, creando tensión en la misma mientras amasamos con las dos manos durante unos 10 o 15 minutos.

3- Una vez la tengamos bien trabajada la volvemos a colocar en el bol aceitado y lo tapamos con film de cocina o un trapo húmedo. Dejamos reposar unos 30 minutos antes de proseguir.

Del relleno

1- Colocamos las pasas en un cuenco y cubrimos con brandy y moscatel al 50%. Lo ideal sería conseguir una hidratación de unas 3 horas previamente a la elaboración de la receta, por lo que si podéis hacerlo de esta manera conseguiréis un sabor más intenso al licor utilizado.

2-  Pelamos y cortamos las manzanas en cuartos, quitándoles el corazón, y luego hacemos láminas finas a lo ancho para ir poniéndolas en un recipiente.

3- Rociamos el zumo del limón sobre la manzana y removemos para impregnar toda la pulpa. Hacemos lo mismo con las pasas, el azúcar, las especias previamente machacadas en el mortero (no olvidéis quitar la cáscara de las semillas de cardamomo) y dejamos macerar tranquilamente.

4- Ahora preparamos el pan rallado de avellanas o el fruto seco que más os guste. Para ello ponemos en una sartén unos 70gr. mantequilla y dejamos que empieza a burbujear y dorarse; entonces añadimos el pan rallado y cuando comience a tostarse añadimos las avellanas previamente bien picadas. Dejamos 2 minutos y retiramos del fuego.

Montaje del pastel

1- Con un rodillo empezamos a trabajar la masa sobre la superficie de trabajo enharinada levemente. Tened en cuenta que según los expertos, la masa una vez trabajada y preparada para enrollar, debe permitir leer a través de ella. Como os decía al principio yo lo conseguí en algunas zonas de la masa pero no en todas y os recomiendo que practiquéis, os arméis de paciencia y dispongáis del tiempo suficiente para conseguirlo.

2- Antes de que la masa se haga tan extensa que no podamos manipularla fácilmente, colocad un paño de cocina bien limpio y lo extendéis sobre la encimera. Entonces colocáis la masa sobre él y simplemente con vuestras manos tenéis que ir estirándola ¡hasta tratar de hacerla translúcida! Una cosa os puedo decir, no os preocupéis si desgarráis la masa pues fácilmente podréis volver a unirla, no todo iba a ser tan complicado ¿verdad?

3- Ahora pincelamos toda la masa con la mantequilla restante y comenzamos a colocar el pan rallado de avellanas igualmente, dejando unos 8cms. de margen como si fuera el marco de un cuadro y algunos más para la parte superior.

Seguimos con el relleno de manzana extendiéndolo de la misma forma.

4- Este es quizá uno de los pasos más importante porque debemos plegar la masa por la parte inferior (la más cercana a nosotros) y las laterales para sellar el rollo. Cuando hayamos concluido el sellado, con ayuda del paño, hacemos rodar la masa con el relleno y en la última vuelta volvemos a sellar la masa que queda libre en la parte superior con el rollo. ¿Fácil verdad? Al menos en el vídeo lo parece...

5- Sin deshacernos del paño, trasladamos el strudel a la bandeja del horno sobre la que antes habremos puesto papel sulfurizado. Pincelamos con mantequilla o huevo batido y listo.

6- Introducimos en el horno precalentado a 180º durante 45 minutos.

Este es un postre complicado que, al menos, requiere y práctica estar habituado a trabajar todo tipo de masas. Os invito a que lo hagáis porque una vez enfangado hay que salir del charco, pero ¿conseguiremos hacerlo con éxito?

Este es el resultado de mi primer intento.

Espolvoreamos con azúcar glas y canela y acompañamos de helado de vainilla y caramelo. Ahora toca disfrutar del postre.