Hoy vamos preparar una receta con patatas que en algún momento alimentó a muchas familias en épocas de carestía. Se trata de las Patatas a la Importancia, una forma fácil, económica y nutritiva de conseguir un plato consistente y completo; una receta muy conocida y muy elaborada en Madrid.
Está claro que el término importancia viene dado por el primer paso en el que consiste su elaboración, un rebozado con harina y huevo que pasaremos por aceite bien caliente consiguiendo una pre-cocción de la patata. Ya en la segunda etapa, prepararemos un guiso que será el que proporcione el sabor inconfundible de esta receta.
¿Que no la habéis probado todavía? Pues ya estáis tardando...
Está claro que el término importancia viene dado por el primer paso en el que consiste su elaboración, un rebozado con harina y huevo que pasaremos por aceite bien caliente consiguiendo una pre-cocción de la patata. Ya en la segunda etapa, prepararemos un guiso que será el que proporcione el sabor inconfundible de esta receta.
¿Que no la habéis probado todavía? Pues ya estáis tardando...
- Harina y huevos para rebozar
- 1 cebolleta o 1/2 cebolla
- 1 diente de ajo
- 1 puñado de piñones
- 3 ramitas de perejil
- Varias hebras de azafrán
- Aceite de oliva virgen y sal
Elaboración
Lavamos, pelamos y cortamos las patatas en rodajas de 1cm.
Elaboración
Lavamos, pelamos y cortamos las patatas en rodajas de 1cm.
Como antes de rebozarlas tenemos que sazonarlas, lo más cómodo para mí es colocarlas en un escurridor y hacerlo ahí mismo revolviendo con las manos para distribuir bien la sal.
Ahora tenemos que poner en funcionamiento una cadena de montaje, como ya comenté en la receta de torrijas con vino de Semana Santa, para tener todo bien coordinado e ir friendo las patatas por tandas.
Enharinamos unas cuantas rodajas de patata, las pasamos por huevo batido y vamos incorporando a una cacerola con aceite caliente para dorarlas por ambos lados. Reservamos en una fuente aparte.
En la misma cacerola, ahora tenemos que dorar la cebolleta, a la que añadiremos un cucharada rasa de harina. Estad atentos y removed bien para que no se agarre.
Mientras tanto preparamos en un mortero un majado con el ajo, perejil, piñones, azafrán y una pizca de sal. Desleemos con un poco de agua caliente.
Por cierto, ¿recordáis qué otra receta tradicional de las que publiqué llevaba este particular majado?
............ Efectivamente, el pollo o gallina en pepitoria que hacemos en casa. Si te la perdiste, échale un vistazo porque merece la pena disfrutar de ella.
Siguiendo con la receta, incorporamos el majado a la cazuela, sazonamos y añadimos un poco más de agua si fuera necesario.
Enharinamos unas cuantas rodajas de patata, las pasamos por huevo batido y vamos incorporando a una cacerola con aceite caliente para dorarlas por ambos lados. Reservamos en una fuente aparte.
En la misma cacerola, ahora tenemos que dorar la cebolleta, a la que añadiremos un cucharada rasa de harina. Estad atentos y removed bien para que no se agarre.
Mientras tanto preparamos en un mortero un majado con el ajo, perejil, piñones, azafrán y una pizca de sal. Desleemos con un poco de agua caliente.
Por cierto, ¿recordáis qué otra receta tradicional de las que publiqué llevaba este particular majado?
............ Efectivamente, el pollo o gallina en pepitoria que hacemos en casa. Si te la perdiste, échale un vistazo porque merece la pena disfrutar de ella.
Siguiendo con la receta, incorporamos el majado a la cazuela, sazonamos y añadimos un poco más de agua si fuera necesario.
Es posible que necesitéis añadir un poco más de agua o caldo para terminar de cocer las patatas. En mi caso he utilizado los dos ya que tenía un poco de caldo de ave casero en el congelador.
Tened en cuenta que, al contrario que en otros guisos como las patatas guisadas al vino, al no haberse chascado no sueltan almidón y no engordarán el caldo.
Tapamos y dejamos cocer muy despacio unos 15 minutos. Ojo con ésto pues si nos pasamos conseguiremos desprender el rebozado de las patatas.
Tened en cuenta que, al contrario que en otros guisos como las patatas guisadas al vino, al no haberse chascado no sueltan almidón y no engordarán el caldo.
Tapamos y dejamos cocer muy despacio unos 15 minutos. Ojo con ésto pues si nos pasamos conseguiremos desprender el rebozado de las patatas.
Para disfrutar al 100% de esta receta tened en cuenta que debe quedar caldo suficiente para acompañar las patatas.
No os digo nada si en los últimos 5 minutos añadimos unas almejas o gambas, ¡un auténtico placer!
Enhorabuena Alfonso por estas patatas tan ricas, la salsa está de vicio...besitos y feliz día
ResponderEliminarGracias Mª Jesús, estaban muy buenas y la salsa con ese toque de piñones y azafrán es super especial! Besos
EliminarUn receton!! Comidas de casa de toda la vida que estan riquisimas..que buenas!
ResponderEliminarNunca fallan Lianxio. Las recetas caseras, es este caso familiar, son una maravilla y disfruto con ellas como un niño con zapatitos nuevos, jaja! Disfrútalas porque lo merecen. Muchas gracias y un abrazo.
EliminarUnas patatas para chuparse los dedos! Tienen una pinta espectacular! Me apunto tu receta para hacerlas, pero como bien dices creo que acompañadas de unas almejas deben ser lo mas de lo mas! Un abrazo!
ResponderEliminarDesde luego son muy recomendables. Si las hacéis luego me contáis qué os han parecido ¿vale?
EliminarLo de las almejas parece una buena opción, a que sí!
Un abrazo y muchas gracias por vuestro apoyo!
Una receta totalmente madrileña en estas fiestas de San Isidro. Todo un acierto porque es un guiso poco conocido y riquísimo. Muy especial ese toque de piñones en lugar de almendras que yo no conocía.
ResponderEliminarHay que aprovechar estos días de mayo para preparar este típico plato madrileño! Como dices es poco conocido (geográficamente hablando) pero menudo manjar...
EliminarLos piñones son marca de la casa, jeje; vamos de mi abuela :-D
Alfonso, me encantan, ese saborcito que les da el majado es una delicia. Suelo ponerlas mucho con bacalao y cojen el sabor y el melote de éste... un pecado. Te han quedado perfectas. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarCon bacalao... mmm vaya idea que acabas de darme. Es posible que la próxima vez las pruebe como cuentas. Muchas gracias y me alegro que te hayan gustado. Un abrazo.
EliminarUnas patatas que siempre me han llamado la atención, pero no las he hecho, al ver las tuyas con tan buena vista tengo que probarlas. Besos.
ResponderEliminarYa verás, ya verás cuando las prepares. Estoy seguro que te gustarán pues quedan muy sabrosas! Ya me contarás si te animas Maite. Bss
EliminarHola Alfonso, me han encantado estas patatas! Para mi nada ne anãdir almejas o gambas, las comeria asi mismo e quedarian perfectas. Seguro que las hare uno de estos dias.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias por tu comentario! Como dices las patatas solas están de muerte y para chuparse los dedos, pero como alternativa para transformarlo un plato único no estaría mal lo de las almejitas, jeje. Por favor, si las haces cuéntame qué tal te salieron y qué te han parecido. Un abrazo!
Eliminar
ResponderEliminarQué buena pinta...Creo que empezaremos por este plato como iniciación para los siguientes. Ya te contaré.
El blog, genial.
Un abrazo.
Miguel y Olga.
Muy buena elección chicos! Me alegro que os haya gustado el blog y que paséis asiduamente por aquí.
EliminarNo olvidéis comentar qué os parecen las patatas a la importancia, son de lo mejor.
Un abrazo a los 2.
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