POLLO CAMPERO AL AJILLO

Quizá sea la receta con pollo que más gusta en casa aunque la receta familiar de pollo en pepitoria que publiqué no tiene desperdicio y os invito a que la degustéis si no lo habéis hecho ya.

Hoy quiero mostraros una variante deliciosa, un plato muy sencillo que habitualmente cocinaba en el campo una rama de mi familia, con pocos ingredientes y todos al alcance de nuestra mano. Usualmente se preparaba con pollo o conejo de campo, por lo que no os digo lo que os estáis perdiendo si no la hacéis.

He visto numerosas recetas de pollo al ajillo y muy variadas pero ninguna como esta. Es perfecta, simple y bastante rápida en su elaboración. ¿Qué más se puede pedir?

Si queréis disfrutar de un buen pollo campero, tendréis que comprarlo o encargarlo en vuestro mercado habitual ¡ja, ja! Pero si queréis saber en qué consiste el guiso campero que hoy os propongo, sólo hay una manera de saberlo... Os adelanto que, como su nombre indica, incorpora distintas hierbas aromáticas que realzan el sabor de la carne. Es una maravilla poder deleitarse con una receta como esta.

En mi opinión, para elaborar un buen guiso campero no debemos escatimar a la hora de añadir los ingredientes. Con esto quiero decir que si utilizáis cantidades insuficientes, obtendréis un guiso más "descafeinado" que si los utilizáis a discreción (pero con cabeza).

¿Estáis preparados?

Ingredientes para 4 personas

- 1 pollo de corral troceado

- 6 o 7 dientes de ajo grandes o una cabeza pequeña

- 4 o 5 ramas de perejil

- 2 pellizcos de orégano

- 2 o 3 ramas de tomillo

- 1 o 2 ramas de romero (opcional, aunque podéis añadir otras hierbas)

- 1 vaso de Jerez o Manzanilla.

- Aceite de oliva virgen, sal y pimienta negra molida

Elaboración

1. En una cazuela grande y no muy alta añadimos aceite y calentamos.

2. Incorporamos los trozos de pollo y los dientes de ajo sin pelar, aderezando con sal y pimienta.

3. A fuego vivo, sin pasarnos, doramos bien durante unos 15 o 20 minutos. Vamos removiendo.

4. Cuando tengamos todo bien doradito, bajamos el fuego y sacamos un par de dientes de ajo a un mortero.

5. Majamos junto a todas las hierbas escogidas y desleemos con un poco de vino.

6. Incorporamos el majado y el resto del vino.

7. Desglasamos y damos un hervor con un poquito de agua si fuera necesario durante 5 minutos.

Y por último os dejo mis consejos para conseguir un guiso campero que no podréis olvidar fácilmente:

- No seáis impacientes, hay que dorar bien el pollo y los dientes de ajo.

- Las hierbas, añadidlas en rama si podéis. El aspecto final cambia bastante, aunque no el sabor.

- Utilizad vuestro vino blanco preferido. El mío para beber y guisar, ya sabéis cual es.

Ahora sólo falta que lo prepares y disfrutes de él. ¿Te lo vas a perder?