ROSCOS DE VINO

DULCES NAVIDEÑOS CON MANTECA DE CERDO

No podéis imaginar lo buenos que están estos roscos al vino caseros hechos con una receta muy simple, con un desarrollo simple y un final de cine.

¿Quién dijo miedo? Sólo tenéis que seguir leyendo un poco y seguro que os animáis a prepararlos como yo.

Creía que no lo conseguiría este año pero sí, he podido sacar tiempo para hacer un dulce típico de Navidad como el mazapán y mantecados artesanos del año pasado.

Entre el trabajo, las vacaciones, las fiestas y demás asuntos sabéis lo complicado que es buscar un hueco para ponerse en los fogones y cocinar, experimentar y aprender sobre ello.

Este año tenía ganas de hacer esta receta porque desde pequeño me han gustado mucho los roscos de vino, aunque también tengo otros preferidos como los alfajores que no podré publicar hasta el año próximo si Dios quiere.

También he podido practicar con el Roscón de Reyes con el que espero disfrutéis mucho pues aunque su elaboración es bastante engorrosa por lo pegajosa que es la masa, desde luego que os recomiendo la preparéis en casa. Es una de las recetas con las que me he enfrentado que mayor satisfacción me ha dado, y eso que no con lleva ninguna connotación familiar ni nada por el estilo.

Lo dicho, sacad un rato para poneros manos a la obra, estos roscos os cautivarán.

Ingredientes para 30 roscos aprox.

- 500gr. harina todo uso

- 210gr. manteca de cerdo

- 200gr. vino moscatel de Jerez

- 2 clavos de olor

- 2 cucharaditas de anís verde, matalauva o matalahúga

- 2 cucharadas de ajonjolí o sésamo

- 2 cucharaditas de canela en polvo

- 4 cucharadas azúcar glas

Elaboración

1- Ponemos los clavos, el anís y el sésamo en una sartén pequeña a fuego lento y vamos removiendo hasta que se tuesten unos 5 minutos. Sólo con el aroma que se desprende empezaréis a tener hambre.

2- Una vez tostados, los colocamos en un mortero y junto a la canela trituramos bien.

3- Ponemos la harina en un bol en forma de volcán, dejando un hueco en el centro donde añadiremos el vino, el majado y el azúcar. Damos unas vueltas con una espátula y, sin llegar a que la masa sea homogénea, incorporamos la manteca en trocitos y ahora vamos ligando la masa con tranquilidad hasta que sea uniforme formando una bola.

4- Colocamos la masa preparada sobre una bandeja o tabla de cocina y hacemos una placa del grosor que queramos que tengan nuestros roscos. Yo dejé unos 2,5cms. pero podéis hacerlo a vuestro gusto.

Si no tenéis un rodillo de silicona, más apto para este tipo de masas mantecosas y pegajosas, podéis colocar film de cocina sobre ella y luego amasar con uno de madera sin problema.

Introducimos en el frigorífico y dejamos que la masa adquiera mayor dureza y consistencia antes de dar forma a los roscos de vino. Aprovechamos y precalentamos el horno a 190º.

5- Situamos papel de hornear sobre la bandeja que vayamos a introducir en el horno y comenzamos a formar los roscos con un cortapastas o utensilio similar.

Para el agujero yo utilicé un vasito pero podéis hacerlo como más fácil os resulte. Vamos trasladando los roscos a la bandeja y antes de hornear los redondeamos fácilmente con las yemas de los dedos.

6- Introducimos en el horno unos 15 minutos a 190º, y los sacamos cuando estén bien dorados.

7- Colocamos sobre una rejilla y esperamos a que se enfríen.

8- Por último, espolvoreamos un poco de azúcar glas por encima de los roscos.

Y luego "bañamos" los roscos en el azúcar que habremos puesto en un cuenco para mayor eficacia.

Pues ya tenemos hecho uno de mis dulces típicos de Navidad preferidos, como habéis visto, sin demasiado trabajo y como siempre con un resultado que quita el hipo.