RECONSTITUYENTE PARA NOCTÁMBULOS
Estamos en una época perfecta para platos calientes de este tipo, sanos y saludables y sobre todo de esos que te arreglan el cuerpo.
Esta es una receta de la cocina tradicional francesa que ha servido durante siglos para recomponer cuerpos fatigados y cansados a lo largo de las frías noches de invierno.
Se sabe que era consumida frecuentemente por personas que trabajaban con duros turnos de madrugada, pero también que vino muy bien a aquellos que se creyeron dueños de la noche durante unas horas de desenfreno y necesitaban un reconstituyente que les devolviera a la vida; fue entonces cuando esta sopa comenzó a ganar popularidad.
Esta es una receta de la cocina tradicional francesa que ha servido durante siglos para recomponer cuerpos fatigados y cansados a lo largo de las frías noches de invierno.
Se sabe que era consumida frecuentemente por personas que trabajaban con duros turnos de madrugada, pero también que vino muy bien a aquellos que se creyeron dueños de la noche durante unas horas de desenfreno y necesitaban un reconstituyente que les devolviera a la vida; fue entonces cuando esta sopa comenzó a ganar popularidad.
La receta es bastante sencilla y sólo requiere de paciencia y cariño. Vamos con ella.
Ingredientes para 4 personas
- 2 cebollas grandes
- Aceite de oliva virgen
- 1 litro de caldo de ave
- Sal
- 4 rebanadas de pan
- 150gr. de queso de cabra
Elaboración
Preparamos una cacerola con aceite de oliva donde estofaremos las cebollas, una vez limpias y rebanadas muy finas. Tapamos y dejamos en torno a unos 40-45 minutos a fuego muy lento, removiendo de vez en cuando y vigilando que no se agarre.
Lo más importante que es la cebolla nunca se dore sino que se estofe muy lentamente.
Entonces añadimos el caldo y sazonamos. Si no tenemos, podéis añadir agua y un cubito concentrado de los que venden. Yo he utilizado el cuello del pollo campero que compré para asar, y que guardaba en el congelador para una ocasión como estas.
Dejamos otros 30 minutos más. Vamos precalentando el horno a 200º.
Por último, servimos en recipientes que sean aptos para introducir en el horno y añadimos una rebanada de pan con el queso de cabra encima. Por si queréis probar, la receta original habla de queso Gruyère.
Introducimos en el horno y gratinamos unos minutos.
Simplemente deliciosa.
Es una sopa fantástica
ResponderEliminarYo tambien le echo una yema de huevo, ummmm, deliciosa.
ResponderEliminar