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26 de marzo de 2013

TORRIJAS CON VINO Y ALMÍBAR

Antes de terminar la Semana Santa, no quería dejar de presentaros esta fabulosa receta que es muy típica en Andalucía.

Como ingrediente principal para el embebido, y en contraposición con las torrijas tradicionales madrileñas, utilizaremos vino en vez de leche. Ya conoceréis otras versiones de torrijas con vino, pero ésta concretamente es bastante especial pues emplearemos Manzanilla de Sanlúcar que impregnará el pan con un intenso y característico sabor a tierras Gaditanas. Por otro lado, bañaremos nuestras rebanadas de pan especial de torrijas en un delicioso almíbar de azúcar y miel preparado con cariño y paciencia.

Comprobaréis que la combinación del vino y el almíbar provocará una sensación diferente en vuestro paladar, un endulzamiento perfumado de vuestros sentidos con aires del mismísimo Guadalquivir. Y os recomiendo que, si nunca las habéis probado, lo hagáis con toda la confianza pues si os gustan esta es vuestra receta definitiva para hacer torrijas.


Emplearemos Manzanilla de Sanlúcar


Para los que no sois demasiado golosos os diré que cuando degustéis esta receta volveréis a repetir. La clave está en que vamos a preparar un almíbar intermedio, es decir, ni demasiado espeso ni demasiado líquido. El resultado final será una torrija que en el primer bocado nos mostrará una explosión de aroma y sabor irresistibles.

¡Vamos allá!

Ingredientes para 12 torrijas

- 1 barra de pan especial de torrijas o del día anterior
- Agua y Manzanilla a partes iguales (1l. en total)
- 1/4kg. de miel + 1/4kg. azúcar + 1l. agua
- 2 o 3 huevos
- Aceite de oliva virgen

Elaboración

Para que podamos hacer las torrijas sin problemas, debemos pensar bien cuáles son los pasos a seguir, disponiendo correctamente todos los ingredientes y utensilios de cocina de acuerdo a lo siguiente:

1) Preparar el almíbar y apartar en un recipiente (ver al final).

2) Preparar la mezcla de agua y vino en un segundo recipiente. Remover bien.

3) Tomar una sartén de tamaño mediano y calentar suficiente cantidad de aceite.

4) Batir los huevos dejándolos bien espumosos y apartar en otro recipiente.

5) Cortar el pan en rebanadas.

6) Coger las primeras y dejar que absorban bien la mezcla del agua y del vino, por ambos lados.

7) Con cuidado, coger y bañar en el huevo batido las rebanadas una por una, incorporándolas en el aceite bien caliente (no os paséis, bastará que esté bien caliente pero sin que eche humo). Controlar que ambas caras quedan doradas o tostadas al gusto de cada uno.

8) Retirar el pan del aceite y llevar a un escurridor con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

9) Mientras tanto, si os coordináis, podéis repetir los pasos 4 y 5 con tandas sucesivas ya que habrá tiempo suficiente para escurrir, dar el primer baño en almíbar y colocar en la fuente una tanda de torrijas, a la vez que vais preparando otra.

10) Bañar las torrijas en el almíbar por los dos lados. Podéis aguantarlas en el recipiente hasta que llegue la tanda siguiente.

11) Verter el sobrante de almíbar en la fuente donde hemos ido colocando las torrijas.


Preparamos un almíbar con miel y azúcar


Elaboración del almíbar para torrijas:

En una cacerola ponemos las cantidades de azúcar, miel y agua indicadas y llevamos a ebullición. Mantenemos a fuego lento mientras removemos y dejamos entre 30 y 45 minutos hasta conseguir el espesor deseado. Veréis que con el tiempo el líquido irá tomando un color tostado claro.

Las torrijas tradicionales tienen ese punto adictivo gracias a la canela, pero no perdáis la oportunidad de probar éstas.


Esta variante es típica de Andalucía


Una cosa os digo, ¡en casa han volado más rápido que las anteriores!

22 de marzo de 2013

TORRIJAS DE SEMANA SANTA

TORRIJAS CASERAS  DE LECHE Y CANELA

Ya he preparado las primeras torrijas de la temporada, siguiendo la receta tradicional madrileña, con el pan especial de torrijas que hice el fin de semana pasado. Esto es con leche, azúcar, canela y sin almíbar.

A muchos de vosotros os gustó el aspecto de este pan y, como cabía esperar, no tiene nada que ver el comprado con el casero. Pero ¿por qué siempre ocurre lo mismo con estas cosas?

No es que me de rabia que esté mejor el "hecho en casa" que el "hecho por profesionales" sino que parece que nos toman el pelo continuamente, así que me temo mucho que seguiré con la cocina casera ampliando las miras porque está visto que al final lo que hace uno sabe mejor, ya te digo si sabe mejor.


Leche, azúcar, canela y nada más...


No voy a extenderme mucho más pues este típico postre de Semana Santa no tiene mayor presentación, aunque sí historia, que la de ser una de las más antiguas recetas de aprovechamiento que existen y cuya primera constancia escrita data del s.XV.

En cuanto a las variantes que nos podemos encontrar son múltiples, aunque siempre se trata de rebanadas de pan bañadas en leche o vino edulcorados, posteriormente rebozadas en huevo batido y fritas en aceite para finalmente, en algunos casos, ser bañadas en rico almíbar de azúcar o miel, alternando dichos ingredientes de forma no excluyente y según el gusto o tradición de cada cual.

Ingredientes para 4 personas

- 1 barra de pan del día anterior o pan especial de torrijas
- Leche entera de vaca
- 2 huevos
- Azúcar blanquilla
- Canela en polvo
- Aceite de oliva virgen

Elaboración

Antes de nada preparamos la mise en place que llaman los franceses. Para lo cual cortamos en rebanadas la barra de pan (con el grosor que más os apetezca), apartamos los huevos batidos y bien espumosos en un recipiente, preparamos una mezcla de azúcar y canela al gusto aparte y, por último, mezclamos la leche en un bol con azúcar al gusto y entibiamos.

Hay que tener en cuenta que cuanto mayor grosor tengan las rebanadas más tiempo tardarán en embeber la leche. Mi barra de pan ha rendido para 12 torrijas de grosor medio.

Por otro lado, el truco para conseguir unos huevos batidos espumosos consta en sacarlos de la nevera un rato antes de trabajarlos.

Las proporciones que he utilizado en la mezcla de azúcar y canela han sido de 3 a 1, aunque podéis probar y variar según prefiráis. Aproximadamente he utilizado una cucharada sopera colmada de azúcar por rebanada y la tercera parte de esta cantidad de canela.

En cuanto a la leche azucarada donde bañaremos el pan, la cantidad que utilicé fue entre 3/4 y 1 litro y una cucharada sopera rasa de azúcar. De cualquier forma, lo mejor es que vayáis catando para no equivocaros.


Preparamos la mise en place


Cuando tengamos todo dispuesto, calentamos suficiente aceite en una sartén mediana.


Dejamos que las rebanadas se embeban bien


Estos son los pasos que debemos seguir para la elaboración de torrijas:

1- Bañamos las rebanadas de pan en la leche con azúcar, dejando que absorban suficiente líquido. Ojo, cuidado con no pasarnos porque corremos el peligro de que la rebanada se quiebre.

2- Rebozamos en el huevo batido

3- Doramos por ambos lados, retiramos y dejamos en una fuente con papel absorbente para desechar el exceso de aceite.

4- Embadurnamos bien la torrija en la mezcla de azúcar y canela.


Un verdadero placer para nuestro paladar


Así es como hemos tomado las torrijas en casa toda la vida, aunque también hemos elaborado otras variantes de este riquísimo postre.


Lo mejor, notar cómo se nos deshace cada bocado


¿Te lo vas a perder?

18 de marzo de 2013

HUMMUS CON PISTACHOS Y VINAGRETA DE HIERBABUENA

Una receta con garbanzos muy nutritiva

Tenía tantas ganas de que diese comienzo el Reto Gastronómico del mes de marzo promovido por Cocineros del Mundo, que una vez se dio el pistoletazo de salida me quedé totalmente en blanco. No sería porque no había donde elegir, pues tenía 2 opciones: fresas o garbanzos. Pero realmente no me salía nada.

Por suerte, hace dos días vi la luz mientras navegaba a toda vela por la red. Encontré un blog que me gustó mucho y donde cogí la idea para la propuesta que hoy os hago, unas croquetas de garbanzos con pistachos del sitio Natalio Remolacho.

Dándole vueltas al asunto me decidí finalmente por unos pasteles de garbanzos, utilizando unos moldes circulares y adornando con lechuga romana picada y tomates cherry. Todavía no había acabado todo pues faltaba incorporar el aderezo final, lo cual me resultó más fácil ya que recientemente había preparado unos cogollos de Tudela con vinagreta de menta , receta que extraje del ya comentado libro La Comida de la Familia de Ferrán Adriá. Así que Con esta receta participo en el  Reto de  Marzo  de Cocineros de Mundo en Google+ en el apartado de Salado.

El puré de garbanzos es exquisito y muy nutritivo pues posee hidratos, vitaminas, proteínas, minerales y fibra. La receta es originaria de Oriente Medio y consumida en muchos países, usualmente untando la fina pasta obtenida en el conocido pan de pita.

La propuesta de hoy tiene ciertas diferencias con la original, bien en la forma de uso o por la omisión o inclusión de alguno de sus ingredientes, como ocurre con el limón que es básico en la preparación del hummus.


Un entrante perfecto


Ingredientes para 4 personas

Para el pastel:

- 350gr. garbanzos cocidos
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 50gr. de pistachos
- 4 o 5 ramas de cilantro fresco
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen y sal
- 2 cucharadas de ajonjolí o sésamo

Para acompañar y adornar el pastel:

- Lechuga romana
- 8 tomates cherry

Para la vinagreta:

- 8 ramas de hierbabuena fresca
- 1 cucharadita de semillas de mostaza
- 1 cucharada de miel
- 80ml. aceite de oliva virgen y sal

Elaboración

Del pastel:

En primer lugar tenemos que preparar los garbanzos. Si los tenéis cocidos perfecto, pero de lo contrario podéis utilizar los de bote como hice yo; eso sí, darles una buena ducha de agua fría en el escurridor hasta que deje de salir espuma. Incorporamos a la trituradora.

Ahora picamos un poco la cebolleta y el diente de ajo e introducimos junto a los garbanzos. Salvo el ajonjolí , el aceite y la sal, añadimos el resto de ingredientes y empezamos a triturar.

Cuando ya obtengamos una pasta uniforme, añadimos el primer chorro de aceite de oliva y un pellizco de sal. Seguimos triturando y probamos. Actuaremos de la misma forma hasta que encontremos el punto deseado, teniendo en cuenta que el puré de garbanzo no debe quedar demasiado húmedo para que mantenga la consistencia bien para hacer croquetas o los pasteles que hoy tratamos (las primeras necesitarán menos aporte líquido que el pastel).


Trituramos todos los ingredientes


Precalentamos el horno a 180º y nos disponemos a preparar los pasteles.

Con unos moldes metálicos redondos y sobre un papel especial para el horno en su propia bandeja, vamos introduciendo el puré hasta completar su volumen y alisamos la superficie. Tened en cuenta que con las cantidades indicadas, a mí me dio para 2 pasteles de tamaño mediano, tendremos un entrante o primer plato suficiente para 4 comensales.

Introducimos en el horno 20 minutos y listo. Antes de desmoldar añadimos el sésamo y dejamos enfriar.

Como os contaba en la introducción, este es el caso en que utilizamos uno de los ingredientes de otra manera ya que originalmente las semillas de sésamo son añadidas en forma de tahín o tahine que es la pasta obtenida al machacar el ajonjolí tostado con agua y/o aceite y que posee un aporte energético increíble.

Del acompañamiento y adorno:

Lavamos y picamos lechuga romana. Así mismo lavamos y cortamos en cuartas partes o mitades los tomates cherry.

De la vinagreta de hierbabuena:

En el vaso de la batidora ponemos todos los ingredientes y mezclamos. Probad y rectificad si es necesario el punto de sal.

Finalmente, disponemos el pastel en el centro del plato adornado por el exterior con la ensalada que hemos preparado y vertemos la vinagreta sobre ella.


Añadimos el ajonjolí por la superficie del pastel


Un pastel de garbanzos que volveréis a degustar, seguro...


Adornamos con lechuga y tomates cherry


Sobre todo si sois amantes del garbanzo.


Añadimos nuestra vinagreta de hierbabuena

16 de marzo de 2013

PAN ESPECIAL DE TORRIJAS

LAS MEJORES TORRIJAS DE SEMANA SANTA

Ya va quedando menos para Semana Santa y empieza el aluvión de recetas típicas de estas fechas.

Bajo mi punto de vista las mejores torrijas son las que se hacen con pan sentado, pan del día anterior, con una buena barra de pan. 

Desde bien pequeño me he atiborrado de torrijas cada Semana Santa y nunca supe de la existencia del pan especial para torrijas hasta hace bien poquito. No se si a vosotros os ha pasado lo mismo o es cosa mía, puro desconocimiento. Pero no se qué me da que estos panes, bastantes fáciles de hacer por cualquiera de nosotros, han proliferado de forma asombrosa desde hace unos años hasta hoy.

Recuerdo muy bien las torrijas de mis dos abuelas, en ambos casos preparadas con barras de pan común, y no tengo conciencia de haber visto este pan especial en las panaderías o pastelerías anteriormente. Pero bueno, esta vez he querido desmarcarme un poco a ver qué tal sale esta masa y, todo hay que decirlo, está bastante buena. Creerme, mejor que lo que compramos en muchos establecimientos

La receta que hoy os muestro podemos encontrarla por muchos blogs en Internet, pero he escogido  la que publicó Directo al Paladar hace poco tiempo. Lo único que quiero demostraros es que podréis hacer el típico postre de Semana Santa con un pan casero 100% y con un resultado muy convincente.


Pan casero para hacer torrijas

Ingredientes para 1 barra

- 300gr. harina de fuerza
- 175ml. leche entera de vaca
- 1 cucharadita de sal
- 20gr. levadura fresca
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 huevo

Elaboración

Lo primero que haremos será colocar en un bol la mitad de la harina más o menos, en forma de cráter, dejando un agujero en el centro donde pondremos la leche entibiada, la levadura desmenuzada y el azúcar.

Mezclaremos varios minutos con una espátula dando vueltas hasta obtener una masa uniforme.

A continuación incorporamos el resto de la harina y la sal. Volvemos a mezclar de la misma forma y obtendremos una masa menos pegajosa que podremos amasar con las manos y amoldar en forma de barra. ¡Cuando empecé a amasar a mano me dí cuenta por qué existen las amasadoras! Supongo que la harina utilizada en este caso ofrece mayor resistencia y esto complica el trabajo manual, buff.

Practicamos unas pequeñas incisiones sobre la barra y ahora debemos dejar que la masa crezca durante una hora aproximadamente. Dependiendo de la temperatura existente en la zona de trabajo, tardará más o menos en doblar su volumen.


Una vez trabajada la masa moldeamos en forma de barra


Mientras tanto, precalentamos el horno a 200º.

Transcurrido el tiempo de levado batimos el huevo y pincelamos el pan con él.

Ya podemos introducir en el horno nuestra barra de pan para torrijas, unos 20 o 25 minutos según el horno de cada uno.


Pincelamos con huevo batido y al horno


Veréis que la parte exterior del pan se tostará y quedará una corteza muy rica. En el interior del pan obtendremos una miga consistente y esponjosa a la vez.


Dejamos unos 25 minutos y listo


Con este pan especial ya estamos en disposición de valorar con qué pan se hacen mejor las torrijas.




Yo ya estoy preparando mis torrijas caseras. Y vosotros, ¿a qué estáis esperando?

10 de marzo de 2013

CALABACINES RELLENOS, PASO A PASO

Un consejo quiero dar antes de comenzar: esta receta requiere de maña y paciencia. Quizá se haga un poquito pesada la ejecución, pero desde luego merece la pena y no os dejará indiferentes.

Por la web podéis ver otras recetas parecidas elaboradas con Calabacín de Niza o Calabacín Luna, muy de moda estos últimos tiempos gracias a su distribución por Lidl o Makro. Esta variedad está ganando su espacio en nuestros mercados ya que pueden ser rellenados más fácilmente que los calabacines tradicionales y ahorrando trabajo a la hora de su preparación. Así, nos encontramos con ricas recetas como los calabacines  rellenos de longaniza o los calabacines rellenos de cous cous y pollo al curry.

Hoy nos centraremos en una receta con el calabacín como ingrediente principal, no como acompañante de otros tal como vimos en el rissoto de calabacín.

Fiel a mis costumbres, utilizando los calabacines tradicionales, hoy presento esta receta familiar elaborada con esfuerzo, cariño e ilusión. Esperando que sea de vuestro agrado como siempre lo ha sido para nosotros en casa.


Calabacines rellenos de bonito en escabeche


Ingredientes para 4 personas

- 2 o 3 calabacines grandes (1kg. aprox.)
- 1 cebolla grande y 1 pequeña
- 1 lata de tomate natural en trozos (1/2kg. aprox.)
- 1 lata de bonito en escabeche (125gr. aprox.)
- Harina
- Aceite de oliva virgen y sal

Elaboración

Lo primero que tenemos que hacer es lavar los calabacines y cortarlos en trozos de unos 5cms. de ancho.


Cortamos en trozos de 5cms.


Ahora tenemos que trabajar estas porciones que hemos preparado. Para ello cortamos 2 rodajitas de cada una de ellas por cada extremo, que nos servirán para taparlas posteriormente cuando estén rellenas.


Preparamos las tapas y vaciamos las porciones


Id colocando en la superficie de trabajo cada porción con sus tapas, pues de lo contrario tendréis problemas luego al intentar casar tapas y porciones distintas. Con mucho cuidado, y con ayuda de un cuchillo pequeño, vaciamos las "piezas" resultantes para formar vasitos.




Entonces picamos fino la cebolla grande y la pulpa de calabacín obtenida. Añadimos un buen chorro de aceite en una cazuela y comenzamos a freír ambos ingredientes a fuego medio.


Freímos una cebolla grande


Pasados 10 minutos incorporamos el tomate, sazonamos y dejamos que se fría y espese conjuntamente.


Añadimos el tomate natural en trozos


Al cabo de 15 minutos, cuando el tomate esté hecho, añadimos el bonito desmigado a la cazuela y removemos. Dejamos 2 o 3 minutos para que de mezcle bien, apagamos el fuego y dejamos enfriar.




Una vez tenemos preparado el relleno para los calabacines, prestad mucha atención y sed lo más mañosos que podáis.

Colocamos la tapa inferior y un vasito encima. Rellenamos hasta arriba y tapamos la parte superior. No os preocupéis pues sobrará relleno, pero éste nos servirá para luego.


Rellenamos los calabacines


Los vamos pasando por harina y friendo en una sartén con aceite, siempre de pie. Es decir, por la parte inferior primero y por la parte superior al final; debemos sellar ambos lados. Los colocamos de esta misma forma en una cacerola todos juntos.


Pasamos por harina y sellamos en la sartén


En la misma sartén que acabamos de utilizar, freímos la cebolla pequeña que teníamos reservada bien picada (yo utilicé una cebolleta).


Freímos una cebolleta en la misma sartén


Añadimos una cucharada rasa de harina, el sobrante del relleno y removemos un par de minutos. Rectificamos de sal, añadimos un poco de agua para obtener una salsa no demasiado espesa y que no se nos agarre al fondo.


Preparamos la salsa con el sobrante de relleno


Finalmente, cuando comience a hervir la salsa, incorporamos a la cazuela con los calabacines rellenos y dejamos cocer 20 minutos a fuego muy lento. Meneamos con cuidado, sin utensilios.


Dejamos que cuezan 20 minutos a fuego lento


Llevad un buen pan a la mesa, porque este plato lo merece.


Un plato para mojar pan


Último aviso, ¿os animáis a preparar esta fantástica receta familiar? Os aseguro que no os defraudará.


Receta familiar de calabacines rellenos

3 de marzo de 2013

LA JAUIA, CONFITE TUNECINO DE FRUTOS SECOS

PASTELES DE LUJO PARA CELEBRACIONES

Considerado en Túnez como un plato de lujo, según la leyenda, este típico postre turco era el postre preferido del Bey; no del Rey no, del Bey. Bueno, si buscáis en el Diccionario de la Real Academia Española veréis que lo define como "Gobernador del Imperio Turco", aunque el significado de esta figura ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en un sinónimo de "Señor" o "Sir".


Postre de lujo tunecino


Y es que esta receta es muy conocida en parte de Europa y Oriente Medio. Actualmente es símbolo de abundancia y es degustado en celebraciones como bautizos y bodas. Como ya sabemos, los frutos secos han sido considerados desde la antigüedad como una auténtica fuente de energía con un valor nutritivo fuera de lo común dado su reducido tamaño.

En esta semana que hoy termina se han dado dos circunstancias fuera de lo normal. Por un lado ha sido mi cumpleaños, aspecto que lógicamente no iba a ser pasado por alto, y por otro llevaba pensando varios días en qué presentar a un concurso con un alto nivel intentando salir un poco de otros postres más típicos. Así que con esta receta también aprovecho para participar en el Concurso de Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados promovido por el blog Cocido de Sopa.

Para que lo sepáis esta receta ha sido extraída de un libro de cocina relativo a Túnez, obsequiado por un gran amigo en mi feliz día.

Básicamente el objetivo es preparar un exquisito guirlache con frutos secos variados y un almíbar aromatizado con vainilla y limón. Pero al final, por un error de ejecución, tuve que salvar la papeleta apostando por una textura más parecida al turrón de Jijona o Xixona. Lo se, mucho dulce para un adulto ¿no?. Pues ofrecedlo a los niños y les daréis la energía suficiente para aguantar una dura y larga jornada.

Ingredientes para 4 personas

- 150gr. de almendra cruda sin piel
- 50gr. de avellana sin piel
- 25gr. de piñones
- 50gr. de nueces
- 20gr. de pistachos

Para el almíbar:

- 125gr. de azúcar blanquilla
- 1/2 limón
- 2 cucharadas de azúcar avainillado
- 1 cucharada de miel de azahar
- 10cl. de agua

Para la decoración:

- Pistachos molidos
- Piñones
- Hierbabuena

Elaboración

Precalentamos el horno a 150º y vamos disponiendo las cantidades indicadas de los frutos secos.


Seleccionamos los frutos secos


Cuando el horno esté listo, colocamos en la bandeja del horno los frutos secos por separado (juntos pero no revueltos) sobre papel de aluminio.

Introducimos en el horno y tened listo el cronómetro para ir sacándolos según los tiempos fijados:

- Las nueces a los 5 minutos
- Las almendras a los 15 minutos
- Las avellanas a los 20 minutos

Tendremos preparados en un bol los pistachos y piñones, ya sin cáscaras, al que iremos agregando el resto de frutos según vayan saliendo del horno.

Preparamos el zumo del medio limón y reservamos para el almíbar.

Cuando hayamos reunido todos los frutos secos, los llevamos a la zona de trabajo para ir triturándolos con un rodillo.


Preparamos la zona de trabajo


Procurad no dejar trozos muy grandes. Así que ¡hay que darle bien al rodillo!


Trituramos con ayuda de un rodillo


Ahora vamos con la preparación del almíbar. Para ello tomamos un cazo y añadimos el agua, el azúcar y la miel, y llevamos a ebullición. Entonces será cuando vertemos el zumo del limón reservado.

Debemos dejar aproximadamente unos 15 minutos a fuego lento, hasta que consigamos la textura adecuada. Es decir, debe quedar espeso y meloso.

Vertemos el almíbar sobre los frutos secos y removemos bien con una espátula de madera. Como apuntaba al principio, os aconsejo que vayáis incorporándolo poco a poco para no excedernos en el porcentaje de humedad del preparado, ya que podemos tener un problema si esto ocurriese.

Untamos la superficie de trabajo con un poco de aceite de oliva y repetimos la operación anterior con el rodillo formando una placa con todos los ingredientes juntos. Si hemos obtenido una masa demasiado húmeda, no os preocupéis porque podemos introducirla en el horno a 70º y esperar unos 20 minutos a que pierda ese exceso de líquido.


Añadimos el almíbar y formamos una placa rectangular


Cuando tengamos un rectángulo y toda la masa haya quedado homogénea entonces cortamos con un cuchillo en tiras.


Cortamos la placa en tiras


Y luego en forma de cuadrados.


Y luego en cuadrados


Por último, para decorar, trituramos unos cuantos pistachos.


Molemos varios pistachos para la decoración


"Sumergimos" la cara superior de los cuadrados con el polvo de pistacho y añadimos un piñón en el centro del pastelito.


Decoramos con hojas de hierbabuena


¿Tenéis algo que celebrar próximamente?


Postre de celebraciones

26 de marzo de 2013

TORRIJAS CON VINO Y ALMÍBAR

Antes de terminar la Semana Santa, no quería dejar de presentaros esta fabulosa receta que es muy típica en Andalucía.

Como ingrediente principal para el embebido, y en contraposición con las torrijas tradicionales madrileñas, utilizaremos vino en vez de leche. Ya conoceréis otras versiones de torrijas con vino, pero ésta concretamente es bastante especial pues emplearemos Manzanilla de Sanlúcar que impregnará el pan con un intenso y característico sabor a tierras Gaditanas. Por otro lado, bañaremos nuestras rebanadas de pan especial de torrijas en un delicioso almíbar de azúcar y miel preparado con cariño y paciencia.

Comprobaréis que la combinación del vino y el almíbar provocará una sensación diferente en vuestro paladar, un endulzamiento perfumado de vuestros sentidos con aires del mismísimo Guadalquivir. Y os recomiendo que, si nunca las habéis probado, lo hagáis con toda la confianza pues si os gustan esta es vuestra receta definitiva para hacer torrijas.


Emplearemos Manzanilla de Sanlúcar


Para los que no sois demasiado golosos os diré que cuando degustéis esta receta volveréis a repetir. La clave está en que vamos a preparar un almíbar intermedio, es decir, ni demasiado espeso ni demasiado líquido. El resultado final será una torrija que en el primer bocado nos mostrará una explosión de aroma y sabor irresistibles.

¡Vamos allá!

Ingredientes para 12 torrijas

- 1 barra de pan especial de torrijas o del día anterior
- Agua y Manzanilla a partes iguales (1l. en total)
- 1/4kg. de miel + 1/4kg. azúcar + 1l. agua
- 2 o 3 huevos
- Aceite de oliva virgen

Elaboración

Para que podamos hacer las torrijas sin problemas, debemos pensar bien cuáles son los pasos a seguir, disponiendo correctamente todos los ingredientes y utensilios de cocina de acuerdo a lo siguiente:

1) Preparar el almíbar y apartar en un recipiente (ver al final).

2) Preparar la mezcla de agua y vino en un segundo recipiente. Remover bien.

3) Tomar una sartén de tamaño mediano y calentar suficiente cantidad de aceite.

4) Batir los huevos dejándolos bien espumosos y apartar en otro recipiente.

5) Cortar el pan en rebanadas.

6) Coger las primeras y dejar que absorban bien la mezcla del agua y del vino, por ambos lados.

7) Con cuidado, coger y bañar en el huevo batido las rebanadas una por una, incorporándolas en el aceite bien caliente (no os paséis, bastará que esté bien caliente pero sin que eche humo). Controlar que ambas caras quedan doradas o tostadas al gusto de cada uno.

8) Retirar el pan del aceite y llevar a un escurridor con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

9) Mientras tanto, si os coordináis, podéis repetir los pasos 4 y 5 con tandas sucesivas ya que habrá tiempo suficiente para escurrir, dar el primer baño en almíbar y colocar en la fuente una tanda de torrijas, a la vez que vais preparando otra.

10) Bañar las torrijas en el almíbar por los dos lados. Podéis aguantarlas en el recipiente hasta que llegue la tanda siguiente.

11) Verter el sobrante de almíbar en la fuente donde hemos ido colocando las torrijas.


Preparamos un almíbar con miel y azúcar


Elaboración del almíbar para torrijas:

En una cacerola ponemos las cantidades de azúcar, miel y agua indicadas y llevamos a ebullición. Mantenemos a fuego lento mientras removemos y dejamos entre 30 y 45 minutos hasta conseguir el espesor deseado. Veréis que con el tiempo el líquido irá tomando un color tostado claro.

Las torrijas tradicionales tienen ese punto adictivo gracias a la canela, pero no perdáis la oportunidad de probar éstas.


Esta variante es típica de Andalucía


Una cosa os digo, ¡en casa han volado más rápido que las anteriores!

22 de marzo de 2013

TORRIJAS DE SEMANA SANTA

TORRIJAS CASERAS  DE LECHE Y CANELA

Ya he preparado las primeras torrijas de la temporada, siguiendo la receta tradicional madrileña, con el pan especial de torrijas que hice el fin de semana pasado. Esto es con leche, azúcar, canela y sin almíbar.

A muchos de vosotros os gustó el aspecto de este pan y, como cabía esperar, no tiene nada que ver el comprado con el casero. Pero ¿por qué siempre ocurre lo mismo con estas cosas?

No es que me de rabia que esté mejor el "hecho en casa" que el "hecho por profesionales" sino que parece que nos toman el pelo continuamente, así que me temo mucho que seguiré con la cocina casera ampliando las miras porque está visto que al final lo que hace uno sabe mejor, ya te digo si sabe mejor.


Leche, azúcar, canela y nada más...


No voy a extenderme mucho más pues este típico postre de Semana Santa no tiene mayor presentación, aunque sí historia, que la de ser una de las más antiguas recetas de aprovechamiento que existen y cuya primera constancia escrita data del s.XV.

En cuanto a las variantes que nos podemos encontrar son múltiples, aunque siempre se trata de rebanadas de pan bañadas en leche o vino edulcorados, posteriormente rebozadas en huevo batido y fritas en aceite para finalmente, en algunos casos, ser bañadas en rico almíbar de azúcar o miel, alternando dichos ingredientes de forma no excluyente y según el gusto o tradición de cada cual.

Ingredientes para 4 personas

- 1 barra de pan del día anterior o pan especial de torrijas
- Leche entera de vaca
- 2 huevos
- Azúcar blanquilla
- Canela en polvo
- Aceite de oliva virgen

Elaboración

Antes de nada preparamos la mise en place que llaman los franceses. Para lo cual cortamos en rebanadas la barra de pan (con el grosor que más os apetezca), apartamos los huevos batidos y bien espumosos en un recipiente, preparamos una mezcla de azúcar y canela al gusto aparte y, por último, mezclamos la leche en un bol con azúcar al gusto y entibiamos.

Hay que tener en cuenta que cuanto mayor grosor tengan las rebanadas más tiempo tardarán en embeber la leche. Mi barra de pan ha rendido para 12 torrijas de grosor medio.

Por otro lado, el truco para conseguir unos huevos batidos espumosos consta en sacarlos de la nevera un rato antes de trabajarlos.

Las proporciones que he utilizado en la mezcla de azúcar y canela han sido de 3 a 1, aunque podéis probar y variar según prefiráis. Aproximadamente he utilizado una cucharada sopera colmada de azúcar por rebanada y la tercera parte de esta cantidad de canela.

En cuanto a la leche azucarada donde bañaremos el pan, la cantidad que utilicé fue entre 3/4 y 1 litro y una cucharada sopera rasa de azúcar. De cualquier forma, lo mejor es que vayáis catando para no equivocaros.


Preparamos la mise en place


Cuando tengamos todo dispuesto, calentamos suficiente aceite en una sartén mediana.


Dejamos que las rebanadas se embeban bien


Estos son los pasos que debemos seguir para la elaboración de torrijas:

1- Bañamos las rebanadas de pan en la leche con azúcar, dejando que absorban suficiente líquido. Ojo, cuidado con no pasarnos porque corremos el peligro de que la rebanada se quiebre.

2- Rebozamos en el huevo batido

3- Doramos por ambos lados, retiramos y dejamos en una fuente con papel absorbente para desechar el exceso de aceite.

4- Embadurnamos bien la torrija en la mezcla de azúcar y canela.


Un verdadero placer para nuestro paladar


Así es como hemos tomado las torrijas en casa toda la vida, aunque también hemos elaborado otras variantes de este riquísimo postre.


Lo mejor, notar cómo se nos deshace cada bocado


¿Te lo vas a perder?

18 de marzo de 2013

HUMMUS CON PISTACHOS Y VINAGRETA DE HIERBABUENA

Una receta con garbanzos muy nutritiva

Tenía tantas ganas de que diese comienzo el Reto Gastronómico del mes de marzo promovido por Cocineros del Mundo, que una vez se dio el pistoletazo de salida me quedé totalmente en blanco. No sería porque no había donde elegir, pues tenía 2 opciones: fresas o garbanzos. Pero realmente no me salía nada.

Por suerte, hace dos días vi la luz mientras navegaba a toda vela por la red. Encontré un blog que me gustó mucho y donde cogí la idea para la propuesta que hoy os hago, unas croquetas de garbanzos con pistachos del sitio Natalio Remolacho.

Dándole vueltas al asunto me decidí finalmente por unos pasteles de garbanzos, utilizando unos moldes circulares y adornando con lechuga romana picada y tomates cherry. Todavía no había acabado todo pues faltaba incorporar el aderezo final, lo cual me resultó más fácil ya que recientemente había preparado unos cogollos de Tudela con vinagreta de menta , receta que extraje del ya comentado libro La Comida de la Familia de Ferrán Adriá. Así que Con esta receta participo en el  Reto de  Marzo  de Cocineros de Mundo en Google+ en el apartado de Salado.

El puré de garbanzos es exquisito y muy nutritivo pues posee hidratos, vitaminas, proteínas, minerales y fibra. La receta es originaria de Oriente Medio y consumida en muchos países, usualmente untando la fina pasta obtenida en el conocido pan de pita.

La propuesta de hoy tiene ciertas diferencias con la original, bien en la forma de uso o por la omisión o inclusión de alguno de sus ingredientes, como ocurre con el limón que es básico en la preparación del hummus.


Un entrante perfecto


Ingredientes para 4 personas

Para el pastel:

- 350gr. garbanzos cocidos
- 1 cebolleta
- 1 diente de ajo
- 50gr. de pistachos
- 4 o 5 ramas de cilantro fresco
- 1 cucharadita de pimentón
- 1 chorrito de aceite de oliva virgen y sal
- 2 cucharadas de ajonjolí o sésamo

Para acompañar y adornar el pastel:

- Lechuga romana
- 8 tomates cherry

Para la vinagreta:

- 8 ramas de hierbabuena fresca
- 1 cucharadita de semillas de mostaza
- 1 cucharada de miel
- 80ml. aceite de oliva virgen y sal

Elaboración

Del pastel:

En primer lugar tenemos que preparar los garbanzos. Si los tenéis cocidos perfecto, pero de lo contrario podéis utilizar los de bote como hice yo; eso sí, darles una buena ducha de agua fría en el escurridor hasta que deje de salir espuma. Incorporamos a la trituradora.

Ahora picamos un poco la cebolleta y el diente de ajo e introducimos junto a los garbanzos. Salvo el ajonjolí , el aceite y la sal, añadimos el resto de ingredientes y empezamos a triturar.

Cuando ya obtengamos una pasta uniforme, añadimos el primer chorro de aceite de oliva y un pellizco de sal. Seguimos triturando y probamos. Actuaremos de la misma forma hasta que encontremos el punto deseado, teniendo en cuenta que el puré de garbanzo no debe quedar demasiado húmedo para que mantenga la consistencia bien para hacer croquetas o los pasteles que hoy tratamos (las primeras necesitarán menos aporte líquido que el pastel).


Trituramos todos los ingredientes


Precalentamos el horno a 180º y nos disponemos a preparar los pasteles.

Con unos moldes metálicos redondos y sobre un papel especial para el horno en su propia bandeja, vamos introduciendo el puré hasta completar su volumen y alisamos la superficie. Tened en cuenta que con las cantidades indicadas, a mí me dio para 2 pasteles de tamaño mediano, tendremos un entrante o primer plato suficiente para 4 comensales.

Introducimos en el horno 20 minutos y listo. Antes de desmoldar añadimos el sésamo y dejamos enfriar.

Como os contaba en la introducción, este es el caso en que utilizamos uno de los ingredientes de otra manera ya que originalmente las semillas de sésamo son añadidas en forma de tahín o tahine que es la pasta obtenida al machacar el ajonjolí tostado con agua y/o aceite y que posee un aporte energético increíble.

Del acompañamiento y adorno:

Lavamos y picamos lechuga romana. Así mismo lavamos y cortamos en cuartas partes o mitades los tomates cherry.

De la vinagreta de hierbabuena:

En el vaso de la batidora ponemos todos los ingredientes y mezclamos. Probad y rectificad si es necesario el punto de sal.

Finalmente, disponemos el pastel en el centro del plato adornado por el exterior con la ensalada que hemos preparado y vertemos la vinagreta sobre ella.


Añadimos el ajonjolí por la superficie del pastel


Un pastel de garbanzos que volveréis a degustar, seguro...


Adornamos con lechuga y tomates cherry


Sobre todo si sois amantes del garbanzo.


Añadimos nuestra vinagreta de hierbabuena

16 de marzo de 2013

PAN ESPECIAL DE TORRIJAS

LAS MEJORES TORRIJAS DE SEMANA SANTA

Ya va quedando menos para Semana Santa y empieza el aluvión de recetas típicas de estas fechas.

Bajo mi punto de vista las mejores torrijas son las que se hacen con pan sentado, pan del día anterior, con una buena barra de pan. 

Desde bien pequeño me he atiborrado de torrijas cada Semana Santa y nunca supe de la existencia del pan especial para torrijas hasta hace bien poquito. No se si a vosotros os ha pasado lo mismo o es cosa mía, puro desconocimiento. Pero no se qué me da que estos panes, bastantes fáciles de hacer por cualquiera de nosotros, han proliferado de forma asombrosa desde hace unos años hasta hoy.

Recuerdo muy bien las torrijas de mis dos abuelas, en ambos casos preparadas con barras de pan común, y no tengo conciencia de haber visto este pan especial en las panaderías o pastelerías anteriormente. Pero bueno, esta vez he querido desmarcarme un poco a ver qué tal sale esta masa y, todo hay que decirlo, está bastante buena. Creerme, mejor que lo que compramos en muchos establecimientos

La receta que hoy os muestro podemos encontrarla por muchos blogs en Internet, pero he escogido  la que publicó Directo al Paladar hace poco tiempo. Lo único que quiero demostraros es que podréis hacer el típico postre de Semana Santa con un pan casero 100% y con un resultado muy convincente.


Pan casero para hacer torrijas

Ingredientes para 1 barra

- 300gr. harina de fuerza
- 175ml. leche entera de vaca
- 1 cucharadita de sal
- 20gr. levadura fresca
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 huevo

Elaboración

Lo primero que haremos será colocar en un bol la mitad de la harina más o menos, en forma de cráter, dejando un agujero en el centro donde pondremos la leche entibiada, la levadura desmenuzada y el azúcar.

Mezclaremos varios minutos con una espátula dando vueltas hasta obtener una masa uniforme.

A continuación incorporamos el resto de la harina y la sal. Volvemos a mezclar de la misma forma y obtendremos una masa menos pegajosa que podremos amasar con las manos y amoldar en forma de barra. ¡Cuando empecé a amasar a mano me dí cuenta por qué existen las amasadoras! Supongo que la harina utilizada en este caso ofrece mayor resistencia y esto complica el trabajo manual, buff.

Practicamos unas pequeñas incisiones sobre la barra y ahora debemos dejar que la masa crezca durante una hora aproximadamente. Dependiendo de la temperatura existente en la zona de trabajo, tardará más o menos en doblar su volumen.


Una vez trabajada la masa moldeamos en forma de barra


Mientras tanto, precalentamos el horno a 200º.

Transcurrido el tiempo de levado batimos el huevo y pincelamos el pan con él.

Ya podemos introducir en el horno nuestra barra de pan para torrijas, unos 20 o 25 minutos según el horno de cada uno.


Pincelamos con huevo batido y al horno


Veréis que la parte exterior del pan se tostará y quedará una corteza muy rica. En el interior del pan obtendremos una miga consistente y esponjosa a la vez.


Dejamos unos 25 minutos y listo


Con este pan especial ya estamos en disposición de valorar con qué pan se hacen mejor las torrijas.




Yo ya estoy preparando mis torrijas caseras. Y vosotros, ¿a qué estáis esperando?

10 de marzo de 2013

CALABACINES RELLENOS, PASO A PASO

Un consejo quiero dar antes de comenzar: esta receta requiere de maña y paciencia. Quizá se haga un poquito pesada la ejecución, pero desde luego merece la pena y no os dejará indiferentes.

Por la web podéis ver otras recetas parecidas elaboradas con Calabacín de Niza o Calabacín Luna, muy de moda estos últimos tiempos gracias a su distribución por Lidl o Makro. Esta variedad está ganando su espacio en nuestros mercados ya que pueden ser rellenados más fácilmente que los calabacines tradicionales y ahorrando trabajo a la hora de su preparación. Así, nos encontramos con ricas recetas como los calabacines  rellenos de longaniza o los calabacines rellenos de cous cous y pollo al curry.

Hoy nos centraremos en una receta con el calabacín como ingrediente principal, no como acompañante de otros tal como vimos en el rissoto de calabacín.

Fiel a mis costumbres, utilizando los calabacines tradicionales, hoy presento esta receta familiar elaborada con esfuerzo, cariño e ilusión. Esperando que sea de vuestro agrado como siempre lo ha sido para nosotros en casa.


Calabacines rellenos de bonito en escabeche


Ingredientes para 4 personas

- 2 o 3 calabacines grandes (1kg. aprox.)
- 1 cebolla grande y 1 pequeña
- 1 lata de tomate natural en trozos (1/2kg. aprox.)
- 1 lata de bonito en escabeche (125gr. aprox.)
- Harina
- Aceite de oliva virgen y sal

Elaboración

Lo primero que tenemos que hacer es lavar los calabacines y cortarlos en trozos de unos 5cms. de ancho.


Cortamos en trozos de 5cms.


Ahora tenemos que trabajar estas porciones que hemos preparado. Para ello cortamos 2 rodajitas de cada una de ellas por cada extremo, que nos servirán para taparlas posteriormente cuando estén rellenas.


Preparamos las tapas y vaciamos las porciones


Id colocando en la superficie de trabajo cada porción con sus tapas, pues de lo contrario tendréis problemas luego al intentar casar tapas y porciones distintas. Con mucho cuidado, y con ayuda de un cuchillo pequeño, vaciamos las "piezas" resultantes para formar vasitos.




Entonces picamos fino la cebolla grande y la pulpa de calabacín obtenida. Añadimos un buen chorro de aceite en una cazuela y comenzamos a freír ambos ingredientes a fuego medio.


Freímos una cebolla grande


Pasados 10 minutos incorporamos el tomate, sazonamos y dejamos que se fría y espese conjuntamente.


Añadimos el tomate natural en trozos


Al cabo de 15 minutos, cuando el tomate esté hecho, añadimos el bonito desmigado a la cazuela y removemos. Dejamos 2 o 3 minutos para que de mezcle bien, apagamos el fuego y dejamos enfriar.




Una vez tenemos preparado el relleno para los calabacines, prestad mucha atención y sed lo más mañosos que podáis.

Colocamos la tapa inferior y un vasito encima. Rellenamos hasta arriba y tapamos la parte superior. No os preocupéis pues sobrará relleno, pero éste nos servirá para luego.


Rellenamos los calabacines


Los vamos pasando por harina y friendo en una sartén con aceite, siempre de pie. Es decir, por la parte inferior primero y por la parte superior al final; debemos sellar ambos lados. Los colocamos de esta misma forma en una cacerola todos juntos.


Pasamos por harina y sellamos en la sartén


En la misma sartén que acabamos de utilizar, freímos la cebolla pequeña que teníamos reservada bien picada (yo utilicé una cebolleta).


Freímos una cebolleta en la misma sartén


Añadimos una cucharada rasa de harina, el sobrante del relleno y removemos un par de minutos. Rectificamos de sal, añadimos un poco de agua para obtener una salsa no demasiado espesa y que no se nos agarre al fondo.


Preparamos la salsa con el sobrante de relleno


Finalmente, cuando comience a hervir la salsa, incorporamos a la cazuela con los calabacines rellenos y dejamos cocer 20 minutos a fuego muy lento. Meneamos con cuidado, sin utensilios.


Dejamos que cuezan 20 minutos a fuego lento


Llevad un buen pan a la mesa, porque este plato lo merece.


Un plato para mojar pan


Último aviso, ¿os animáis a preparar esta fantástica receta familiar? Os aseguro que no os defraudará.


Receta familiar de calabacines rellenos

3 de marzo de 2013

LA JAUIA, CONFITE TUNECINO DE FRUTOS SECOS

PASTELES DE LUJO PARA CELEBRACIONES

Considerado en Túnez como un plato de lujo, según la leyenda, este típico postre turco era el postre preferido del Bey; no del Rey no, del Bey. Bueno, si buscáis en el Diccionario de la Real Academia Española veréis que lo define como "Gobernador del Imperio Turco", aunque el significado de esta figura ha ido evolucionando con el paso del tiempo hasta convertirse en un sinónimo de "Señor" o "Sir".


Postre de lujo tunecino


Y es que esta receta es muy conocida en parte de Europa y Oriente Medio. Actualmente es símbolo de abundancia y es degustado en celebraciones como bautizos y bodas. Como ya sabemos, los frutos secos han sido considerados desde la antigüedad como una auténtica fuente de energía con un valor nutritivo fuera de lo común dado su reducido tamaño.

En esta semana que hoy termina se han dado dos circunstancias fuera de lo normal. Por un lado ha sido mi cumpleaños, aspecto que lógicamente no iba a ser pasado por alto, y por otro llevaba pensando varios días en qué presentar a un concurso con un alto nivel intentando salir un poco de otros postres más típicos. Así que con esta receta también aprovecho para participar en el Concurso de Pasteles, pastas, galletas, merengues, tartas, panes dulces y salados promovido por el blog Cocido de Sopa.

Para que lo sepáis esta receta ha sido extraída de un libro de cocina relativo a Túnez, obsequiado por un gran amigo en mi feliz día.

Básicamente el objetivo es preparar un exquisito guirlache con frutos secos variados y un almíbar aromatizado con vainilla y limón. Pero al final, por un error de ejecución, tuve que salvar la papeleta apostando por una textura más parecida al turrón de Jijona o Xixona. Lo se, mucho dulce para un adulto ¿no?. Pues ofrecedlo a los niños y les daréis la energía suficiente para aguantar una dura y larga jornada.

Ingredientes para 4 personas

- 150gr. de almendra cruda sin piel
- 50gr. de avellana sin piel
- 25gr. de piñones
- 50gr. de nueces
- 20gr. de pistachos

Para el almíbar:

- 125gr. de azúcar blanquilla
- 1/2 limón
- 2 cucharadas de azúcar avainillado
- 1 cucharada de miel de azahar
- 10cl. de agua

Para la decoración:

- Pistachos molidos
- Piñones
- Hierbabuena

Elaboración

Precalentamos el horno a 150º y vamos disponiendo las cantidades indicadas de los frutos secos.


Seleccionamos los frutos secos


Cuando el horno esté listo, colocamos en la bandeja del horno los frutos secos por separado (juntos pero no revueltos) sobre papel de aluminio.

Introducimos en el horno y tened listo el cronómetro para ir sacándolos según los tiempos fijados:

- Las nueces a los 5 minutos
- Las almendras a los 15 minutos
- Las avellanas a los 20 minutos

Tendremos preparados en un bol los pistachos y piñones, ya sin cáscaras, al que iremos agregando el resto de frutos según vayan saliendo del horno.

Preparamos el zumo del medio limón y reservamos para el almíbar.

Cuando hayamos reunido todos los frutos secos, los llevamos a la zona de trabajo para ir triturándolos con un rodillo.


Preparamos la zona de trabajo


Procurad no dejar trozos muy grandes. Así que ¡hay que darle bien al rodillo!


Trituramos con ayuda de un rodillo


Ahora vamos con la preparación del almíbar. Para ello tomamos un cazo y añadimos el agua, el azúcar y la miel, y llevamos a ebullición. Entonces será cuando vertemos el zumo del limón reservado.

Debemos dejar aproximadamente unos 15 minutos a fuego lento, hasta que consigamos la textura adecuada. Es decir, debe quedar espeso y meloso.

Vertemos el almíbar sobre los frutos secos y removemos bien con una espátula de madera. Como apuntaba al principio, os aconsejo que vayáis incorporándolo poco a poco para no excedernos en el porcentaje de humedad del preparado, ya que podemos tener un problema si esto ocurriese.

Untamos la superficie de trabajo con un poco de aceite de oliva y repetimos la operación anterior con el rodillo formando una placa con todos los ingredientes juntos. Si hemos obtenido una masa demasiado húmeda, no os preocupéis porque podemos introducirla en el horno a 70º y esperar unos 20 minutos a que pierda ese exceso de líquido.


Añadimos el almíbar y formamos una placa rectangular


Cuando tengamos un rectángulo y toda la masa haya quedado homogénea entonces cortamos con un cuchillo en tiras.


Cortamos la placa en tiras


Y luego en forma de cuadrados.


Y luego en cuadrados


Por último, para decorar, trituramos unos cuantos pistachos.


Molemos varios pistachos para la decoración


"Sumergimos" la cara superior de los cuadrados con el polvo de pistacho y añadimos un piñón en el centro del pastelito.


Decoramos con hojas de hierbabuena


¿Tenéis algo que celebrar próximamente?


Postre de celebraciones