Antes de terminar la Semana Santa, no quería dejar de presentaros esta fabulosa receta que es muy típica en Andalucía.
Como ingrediente principal para el embebido, y en contraposición con las torrijas tradicionales madrileñas, utilizaremos vino en vez de leche. Ya conoceréis otras versiones de torrijas con vino, pero ésta concretamente es bastante especial pues emplearemos Manzanilla de Sanlúcar que impregnará el pan con un intenso y característico sabor a tierras Gaditanas. Por otro lado, bañaremos nuestras rebanadas de pan especial de torrijas en un delicioso almíbar de azúcar y miel preparado con cariño y paciencia.
Comprobaréis que la combinación del vino y el almíbar provocará una sensación diferente en vuestro paladar, un endulzamiento perfumado de vuestros sentidos con aires del mismísimo Guadalquivir. Y os recomiendo que, si nunca las habéis probado, lo hagáis con toda la confianza pues si os gustan esta es vuestra receta definitiva para hacer torrijas.
Para los que no sois demasiado golosos os diré que cuando degustéis esta receta volveréis a repetir. La clave está en que vamos a preparar un almíbar intermedio, es decir, ni demasiado espeso ni demasiado líquido. El resultado final será una torrija que en el primer bocado nos mostrará una explosión de aroma y sabor irresistibles.
¡Vamos allá!
Ingredientes para 12 torrijas
- 1 barra de pan especial de torrijas o del día anterior
- Agua y Manzanilla a partes iguales (1l. en total)
- 1/4kg. de miel + 1/4kg. azúcar + 1l. agua
- 2 o 3 huevos
- Aceite de oliva virgen
Elaboración
Para que podamos hacer las torrijas sin problemas, debemos pensar bien cuáles son los pasos a seguir, disponiendo correctamente todos los ingredientes y utensilios de cocina de acuerdo a lo siguiente:
1) Preparar el almíbar y apartar en un recipiente (ver al final).
2) Preparar la mezcla de agua y vino en un segundo recipiente. Remover bien.
3) Tomar una sartén de tamaño mediano y calentar suficiente cantidad de aceite.
4) Batir los huevos dejándolos bien espumosos y apartar en otro recipiente.
5) Cortar el pan en rebanadas.
6) Coger las primeras y dejar que absorban bien la mezcla del agua y del vino, por ambos lados.
7) Con cuidado, coger y bañar en el huevo batido las rebanadas una por una, incorporándolas en el aceite bien caliente (no os paséis, bastará que esté bien caliente pero sin que eche humo). Controlar que ambas caras quedan doradas o tostadas al gusto de cada uno.
8) Retirar el pan del aceite y llevar a un escurridor con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
9) Mientras tanto, si os coordináis, podéis repetir los pasos 4 y 5 con tandas sucesivas ya que habrá tiempo suficiente para escurrir, dar el primer baño en almíbar y colocar en la fuente una tanda de torrijas, a la vez que vais preparando otra.
10) Bañar las torrijas en el almíbar por los dos lados. Podéis aguantarlas en el recipiente hasta que llegue la tanda siguiente.
11) Verter el sobrante de almíbar en la fuente donde hemos ido colocando las torrijas.
Elaboración del almíbar para torrijas:
En una cacerola ponemos las cantidades de azúcar, miel y agua indicadas y llevamos a ebullición. Mantenemos a fuego lento mientras removemos y dejamos entre 30 y 45 minutos hasta conseguir el espesor deseado. Veréis que con el tiempo el líquido irá tomando un color tostado claro.
Las torrijas tradicionales tienen ese punto adictivo gracias a la canela, pero no perdáis la oportunidad de probar éstas.
Una cosa os digo, ¡en casa han volado más rápido que las anteriores!
Para los que no sois demasiado golosos os diré que cuando degustéis esta receta volveréis a repetir. La clave está en que vamos a preparar un almíbar intermedio, es decir, ni demasiado espeso ni demasiado líquido. El resultado final será una torrija que en el primer bocado nos mostrará una explosión de aroma y sabor irresistibles.
¡Vamos allá!
Ingredientes para 12 torrijas
- 1 barra de pan especial de torrijas o del día anterior
- Agua y Manzanilla a partes iguales (1l. en total)
- 1/4kg. de miel + 1/4kg. azúcar + 1l. agua
- 2 o 3 huevos
- Aceite de oliva virgen
Elaboración
Para que podamos hacer las torrijas sin problemas, debemos pensar bien cuáles son los pasos a seguir, disponiendo correctamente todos los ingredientes y utensilios de cocina de acuerdo a lo siguiente:
1) Preparar el almíbar y apartar en un recipiente (ver al final).
2) Preparar la mezcla de agua y vino en un segundo recipiente. Remover bien.
3) Tomar una sartén de tamaño mediano y calentar suficiente cantidad de aceite.
4) Batir los huevos dejándolos bien espumosos y apartar en otro recipiente.
5) Cortar el pan en rebanadas.
6) Coger las primeras y dejar que absorban bien la mezcla del agua y del vino, por ambos lados.
7) Con cuidado, coger y bañar en el huevo batido las rebanadas una por una, incorporándolas en el aceite bien caliente (no os paséis, bastará que esté bien caliente pero sin que eche humo). Controlar que ambas caras quedan doradas o tostadas al gusto de cada uno.
8) Retirar el pan del aceite y llevar a un escurridor con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
9) Mientras tanto, si os coordináis, podéis repetir los pasos 4 y 5 con tandas sucesivas ya que habrá tiempo suficiente para escurrir, dar el primer baño en almíbar y colocar en la fuente una tanda de torrijas, a la vez que vais preparando otra.
10) Bañar las torrijas en el almíbar por los dos lados. Podéis aguantarlas en el recipiente hasta que llegue la tanda siguiente.
11) Verter el sobrante de almíbar en la fuente donde hemos ido colocando las torrijas.
Elaboración del almíbar para torrijas:
En una cacerola ponemos las cantidades de azúcar, miel y agua indicadas y llevamos a ebullición. Mantenemos a fuego lento mientras removemos y dejamos entre 30 y 45 minutos hasta conseguir el espesor deseado. Veréis que con el tiempo el líquido irá tomando un color tostado claro.
Las torrijas tradicionales tienen ese punto adictivo gracias a la canela, pero no perdáis la oportunidad de probar éstas.
Una cosa os digo, ¡en casa han volado más rápido que las anteriores!