¿ALIMENTO FRESCO O EN ADOBO?
La semana pasada estuve en el mercado y me llamaron la atención unas costillas de cerdo adobadas. Usualmente las compro frescas y luego les hago el aliño en casa mientras las guiso, pero esta vez me animé a comprarlas de esta forma. No se si lo veréis raro, pero con sólo verlas ya me entró hambre.A lo largo del tiempo hemos conocido varios tipos de adobo: según los elementos disponibles de la zona geográfica en la que se aplicaba, según el tipo de carne o vegetal, etc. Pero también se han llevado a cabo otros procesos cuya finalidad era la misma, esto es mediante el curado o salado y posterior secado de los alimentos.
Ahora bien, nos planteamos la cuestión de qué sería más saludable o conveniente: productos frescos o adobados. Sin duda, dejando aparte cuestiones de salud personalizadas, cualquiera de las dos opciones es lo suficientemente válida y atractiva al paladar como para detenernos a pensar mucho. En mi opinión, es cuestión de gustos y, una vez hayamos elegido, debemos disfrutar nuestra elección.
La propuesta que hoy os hago, muy apetecible para la recta final del invierno, es una receta familiar de las que alimentan, pero mucho. Una vez más os traigo unas patatas guisadas con las que, elaboradas con paciencia y a fuego lento, tendremos un primer plato para chuparse los dedos.
Ingredientes para 4 personas
- 600gr. costilla adobada de cerdo
- 1 cebolla grande
- 3 patatas grandes
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de cominos
- 3 ramitas de perejil
- 2 hojas de laurel
- Aceite de oliva virgen y sal
Elaboración
Ponemos un chorro de aceite de oliva en una cazuela grande y calentamos.
Pelamos y picamos la cebolla para añadirla a la cazuela, cuando el aceite todavía esté tibio, y comenzamos a freír a fuego más bien bajo.
Después de unos minutos, cuando la cebolla empiece a tostarse, añadimos las costillas cortadas en trocitos (así las pedí en la carnicería, claro) y doramos bastante y sin miedo.
Desde mi punto de vista, uno de los secretos de los guisos con carne, calderetas, etc. está en marearla bastante tiempo con cebolla o ajo. De esta forma conseguiremos un precocinado excelente que dará un punto de ternura extra a la carne.
Mientras llevamos a cabo este proceso lavamos y pelamos las patatas.
Ahora nos toca aplicar nuestro truco, ya comentado en varias recetas de guisos con patatas, para engordar y dar consistencia al plato mediante el chasqueo de la patata. Por lo tanto, las incorporamos de esta manera y seguimos removiendo junto a las costillas durante otros 5 minutos.
Ahora tenemos que preparar un majado con el ajo, el comino, el perejil picado y una pizca de sal. Desleemos con un poquito del caldo de la cazuela e incorporamos.
Por último cubrimos con el agua justa, añadimos el laurel y sazonamos. Tapamos y dejamos a fuego muy lento entre 20 y 30 minutos.
Debemos intentar conseguir ese punto de la patata en la que todavía está entera pero casi con tocarla se deshace. Vamos, algo parecido a esto...
Y vosotros qué preferís: ¿el producto fresco o en adobo?
Las costillas las hagamos como sea, son una maravilla. La receta es estupenda. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy contigo Juan, dan mucho juego y casi se comen como pipas!
EliminarLa verdad es que siempre las adobo yo, bien para comer asadas, guisadas y luego las sobrantes terminan en este guiso. Que en casa en cambio llamamos al revés: patatas guisadas con costilla.
ResponderEliminarBss
Ja, ja! Así mismo las llamo yo, lo que pasa es que he querido titular la receta de otra manera algo distinta. Me alegro que te haya gustado Belén y gracias por tu comentario.
EliminarEstas patatas tienen que estar deliciosas. Besos.
ResponderEliminarSalieron riquísimas Mayte, muchas gracias. Bs
EliminarHola Alfonso! En casa las costillas nos encantan! Y me pongo la primera aunque no sea correcto pero a mi la que más! Jajaj.
ResponderEliminarSuelo comprarlas frescas y adobarlas yo para la barbacoa en verano...pero así en guiso se ven deliciosas...yo como le pongo pimentón al guiso, prácticamente quedan del mismo color y las uso frescas...así que me imagino un resultado muy sabroso y rico, rico...viendo estas fotos igual las próximas te copio ;)
Salu2
Cocinandovoyrecetandovengo.
Hola Sonia, es otra manera de hacerlas pero me alegro que te gusten tanto. Lo cierto es que yo usualmente también las compro frescas y adobo en casa. El caso era cambiar un poco la apariencia y el sabor, ya que las costillas adobadas dan un punto algo diferente. Muchas gracias por tu comentario y un saludo!
EliminarAlfonso, sin duda un guisadito riquísimo y muy apetecible...besitoss
ResponderEliminarGracias Mª Jesús. Rico y con sustancia! Besos.
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