El rissoto es uno de los platos preferidos en casa.
Ya sabéis, no es más que un arroz meloso que puede ser aderezado con lo que más nos guste o apetezca en el momento de su elaboración gracias a la versatilidad que nos ofrece este fantástico cereal.
En mi opinión, las claves para elaborar un buen rissoto en cualquiera de sus versiones serían utilizar un buen caldo de ave, tan imprescindible como el caldo de pescado o mariscos lo es para el arroz en paella, y un sofrito de cebolla, ajo y apio sin olvidarnos de un vaso de buen vino blanco.
En esta ocasión he pensado en el calabacín porque es un ingrediente que va con todo, muy suave y tiene un sabor que se adapta y combina perfectamente con casi cualquier otro que queramos utilizar.
Hoy no utilizaremos mantequilla, por otro lado bastante útil para incorporar algo de grasa animal favoreciendo esa textura melosa y potenciando su sabor. Una pequeña cantidad de jamón ibérico de bellota picado (con su tocino) será suficiente para suplirla e incorporar una variante de sabor y aroma increíbles.
Y por último, he querido dar un uso algo especial a un queso de oveja grazalemeña que tengo en la despensa, en lugar de utilizar el tradicional queso parmesano.
Con estos pequeños cambios veréis qué receta tan deliciosa y diferente vamos a preparar, perfecta para una invitación navideña para nuestros familiares o amigos.
Aprovecho también la ocasión para deciros que esta receta participa en el Concurso de Recetas Navideñas de Lazy Blog, patrocinado por Antonio Mata Gourmet y Pyrex.
Aprovecho también la ocasión para deciros que esta receta participa en el Concurso de Recetas Navideñas de Lazy Blog, patrocinado por Antonio Mata Gourmet y Pyrex.
Ingredientes para 4 personas
- 1 litro de caldo de ave
- 50gr. de jamón ibérico de bellota picado
- 1 cebolleta
- 2 dientes de ajo
- 1 rama de apio
- 1 calabacín mediano
- 4 tacitas de arroz bomba
- 80gr. de queso de oveja curado
- Aceite de oliva virgen
- Pimienta negra, sal e hinojo
- Aceite de oliva virgen
- Pimienta negra, sal e hinojo
Elaboración
En cuanto al caldo de ave, yo he utilizado uno que preparé poco después de hacer la receta de Pollo Asado al P.X. con Ciruelas Rojas pero podéis utilizar cualquier caldo (de calidad a ser posible) que preparéis o compréis y sea de vuestro agrado. Tenedlo bien caliente para cuando vayamos a darle uso.
Para la elaboración del sofrito picad una cebolleta, 2 dientes de ajo y una ramita de apio. Ponemos un poco de aceite de oliva virgen en una cacerola amplia y baja y calentamos.
Sofreímos unos minutos a fuego lento e incorporamos el jamón.
Dejamos que se dore 2 o 3 minutos más e incorporamos el vino blanco, preferiblemente seco; yo como siempre he utilizado Manzanilla de Sanlúcar.
Ahora toca dejar que se fundan los aromas y sabores, aprovechando la evaporación del alcohol.
Añadimos una tacita de arroz por persona y comenzamos a remover con un utensilio de madera.
Una vez que el arroz tome un tono transparente podemos comenzar a incorporar el primer cazo de nuestro caldo y removeremos con paciencia para ir liberando el almidón durante la cocción.
A partir del segundo cazo de caldo podemos añadir el calabacín que habremos troceado previamente.
A medida que el arroz vaya pidiendo más caldo, hay que dárselo. Por lo tanto id añadiendo cazo a cazo siguiendo la misma pauta, removiendo suavemente.
Al cabo de unos 17-18 minutos desde que incorporamos el arroz, éste debería estar cerca del punto óptimo.
No obstante, probadlo para conseguir el punto deseado.
Para finalizar, rayamos un poco de queso por encima y removemos un poco más para que se mezcle bien.
A la hora de servir, moled un poco de pimienta negra y espolvorear con una pizca de hinojo.
En cuanto al caldo de ave, yo he utilizado uno que preparé poco después de hacer la receta de Pollo Asado al P.X. con Ciruelas Rojas pero podéis utilizar cualquier caldo (de calidad a ser posible) que preparéis o compréis y sea de vuestro agrado. Tenedlo bien caliente para cuando vayamos a darle uso.
Para la elaboración del sofrito picad una cebolleta, 2 dientes de ajo y una ramita de apio. Ponemos un poco de aceite de oliva virgen en una cacerola amplia y baja y calentamos.
Sofreímos unos minutos a fuego lento e incorporamos el jamón.
Dejamos que se dore 2 o 3 minutos más e incorporamos el vino blanco, preferiblemente seco; yo como siempre he utilizado Manzanilla de Sanlúcar.
Ahora toca dejar que se fundan los aromas y sabores, aprovechando la evaporación del alcohol.
Añadimos una tacita de arroz por persona y comenzamos a remover con un utensilio de madera.
Una vez que el arroz tome un tono transparente podemos comenzar a incorporar el primer cazo de nuestro caldo y removeremos con paciencia para ir liberando el almidón durante la cocción.
A partir del segundo cazo de caldo podemos añadir el calabacín que habremos troceado previamente.
A medida que el arroz vaya pidiendo más caldo, hay que dárselo. Por lo tanto id añadiendo cazo a cazo siguiendo la misma pauta, removiendo suavemente.
Al cabo de unos 17-18 minutos desde que incorporamos el arroz, éste debería estar cerca del punto óptimo.
No obstante, probadlo para conseguir el punto deseado.
Para finalizar, rayamos un poco de queso por encima y removemos un poco más para que se mezcle bien.
A la hora de servir, moled un poco de pimienta negra y espolvorear con una pizca de hinojo.
me gustan los ingredientes por separado y si los juntamos en este estupendo rissoto segura que me chifla.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas y felices fiestas.
Pruébalo, seguro que te encanta!
EliminarFelices fiestas igualmente para tí y un abrazo.
Alfonso, me encanta, se ve delicioso, otra vez lo haré con calabacín y con el resto de variantes que tu propones con respecto al que yo he publicado. Un saludo.
ResponderEliminarNo sabes lo que me alegra tu comentario, sobre todo viniendo de ti Lidia. Muchas gracias por tu visita!
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