TARTE AU ROQUEFORT ET AUX POIRES
Esta es mi segunda participación en lo que se refiere a los retos gastronómicos de la
Comunidad Cocineros del Mundo en Google+ y he de decir que, visto lo ocurrido el mes pasado y lo que llevamos de este, recomiendo que os unáis si podéis dado el nivelazo y buena sintonía que tiene. Es de obligado cumplimiento decir que con esta receta participo en el
Reto de Abril de Cocineros del Mundo en Google+ en el apartado de Salado; y ni que decir tiene que podéis venir a echar un vistazo cuando queráis.
Una vez más me ha costado un poco pero al final ya tengo la receta preparada, degustada y más que digerida para poder compartirla en todos los aspectos con todos vosotros. En esta ocasión la idea ha sido extraída del nº 178 de la conocida
revista de cocina francesa "Saveurs" y aún siendo desechada en un principio, finalmente ha sido la escogida y realmente estoy muy contento con el resultado obtenido.
Ya había tenido la oportunidad de probar la combinación que hoy os presento con las peras, el Roquefort y las nueces. El contraste entre dulce y salado será bien recibida por vuestros paladares y comprobaréis que no llega a predominar un sabor sobre otro, quedando bastante apaciguado el intenso sabor que presenta el Roquefort; os lo digo por si no os llama la atención este queso. Otra opción muy aconsejable sería por la que se decanta mucha gente, utilizando otros tipos de queso azul como el Gorgonzola que es uno de mis preferidos en esta gama, más suave que el primero y con otros matices de sabor diferentes.
Con esta receta pretendo que os atreváis con esta mezcla de sabores si nunca lo hicisteis anteriormente. Además, para terminar de presentar la receta de hoy os diré que otro de los puntos fuertes está en la masa que vamos a preparar, bastante quebradiza y con muy buen sabor a mantequilla (ya sabéis que es uno de los 3 secretos de la cocina francesa).
Ahora, ¡manos a la obra!
Ingredientes para 4 personas
Para la masa quebrada:
- 250gr. harina de uso común
- 125gr. mantequilla
- 5cl. agua
- 1 yema de huevo
- 1 cucharadita de sal
Para el relleno:
- 250gr. nata espesa
- 2 huevos
- 150gr. Roquefort
- 2 peras tipo Conferencia
- 6 nueces
- Sal y pimienta
Elaboración
En primer lugar diluimos la sal en el agua.
Ponemos la harina en un recipiente en forma de volcán y en el centro añadimos la mantequilla fría y en trocitos, y la yema de huevo.
Comenzamos a amasar con las puntas de los dedos hasta conseguir una masa homogénea, añadiendo un poco más de agua si fuera necesario.
La clave de esta masa quebrada, dado el alto porcentaje de materia grasa respecto de harina, está en no trabajarla en exceso y que la mantequilla debe estar bien fría cuando amasemos.
Tapamos con film y dejamos reposar unos 30 minutos. Aprovechamos ahora para precalentar el horno a 180ºC.
Como todavía nos sobra tiempo, comenzamos a preparar el relleno.
Antes de nada quería aclarar que he introducido una variación respecto de la receta original, dotando al relleno de sabor y de cuerpo. Si estamos hablando de una tarta de peras con Roquefort y nueces, ¿no debería llevar el relleno estos ingredientes? Bueno, originalmente no; simplemente estaba compuesto de nata y huevos y al final por la parte superior entonces sí que se disponían aquellos.
Lo que yo he hecho es batir junto a la nata y los huevos la mitad de cantidad de los 3 protagonistas de hoy, dejando la otra mitad para el final una vez hayamos vertido el relleno sobre la masa. No olvidéis sazonar la mezcla y añadir algo de pimienta para darle un poco de personalidad; yo he utilizado 5 o 6 granos de pimienta de Jamaica que tiene un sabor algo exótico y mezcla entre pimienta negra, nuez moscada, clavo y canela.
Ahora extendemos la masa sobre la superficie de trabajo enharinada y la extendemos con mimo hasta llegar a un grosor de unos 3mm.
La disponemos en un molde de tarta redondo de entre 25 y 28cms., pinchando la base con un tenedor o palillo para evitar que la masa se infle con el aire caliente.
Luego ponemos encima papel sulfurizado cubriendo la superficie con legumbres secas.
Introducimos en el horno durante 20 minutos a la misma temperatura que lo precalentamos. A los 10 minutos sacamos del horno y retiramos el papel con las legumbres, volviendo a introducir el tiempo que resta.
Sacamos y dejamos enfriar un poco. Entonces vertemos el relleno que hemos preparado con la mitad de los ingredientes, y la otra mitad que tenemos reservada la distribuimos por la superficie.
Volvemos a introducir en el horno unos 40 minutos más y ya tenemos preparada nuestra tarta salada para los todos vosotros.
Servid junto a unos berros o canónigos aliñados, ¡que le van como anillo al dedo!